

Bordados y estampados toman el protagonismo en la colección que destaca por la fluidez de sus sastrería y una renovada pasión por la deconstrucción.
Me encantan las túnicas de seda cashmere en bronze o sus trench coats, sobretodo su versión en vibrante algodón de satén naranja, un tono coral que invade muchas piezas de la colección.
Los clutch envelope se convierten en un must de temporada junto a las túnicas superpuestas a los leggins.

¿Una pieza a destacar? el magnífico bolero en color topacio de twill de algodón que Pilate combina con bustier y pantalones de corte alto.
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