CHRISTIAN LACROIX FOREVER

Standing ovation ayer para Christian Lacroix. Por su valor, su dignidad, por la emoción que nos transmite desde hace mas de 20 años, pero también por la voluntad que tuvo, hasta el ultimo momento, de dar trabajo a las pequeñas manos de su taller, juntas llorando en las escaleras del backstage del desfilé.

La coyuntura es mas que dudosa en la Maison Lacroix, y aún así pienso que solo es una etapa, dolorosa claro, pero Lacroix no ha muerto, no lo ha dicho todo. Le quedara al increíble Christian Lacroix una immensa reserva de talento y de ideas. Realmente le deseo que encuentre la formula mágica para que pueda hacerme vibrar de nuevo con sus brillantes creaciones.

Ayer, en el Museo de Artes Decorativos de Paris, las salas de maderas del siglo XVIII acogían a un Lacroix de luto, envuelto de negro y azul marino, estilizado, chic, parisino pero sin rendirse. Aún que las 24 modelos cobraron gracias a los últimos recursos de la maison, nada de indigente tenia este fourreau color tinte de cuello asimétrico ni tampoco en esta caída de encaje sobre el hombro.

Las modelos, divinas nos hacen sentir que estamos en un momento importante, mucho mas que un simple desfilé. Allí no fallaron ningunos de sus amigos, todos los grandes estaban para rendirle un homenaje al mas grande.

En la entrada, una chica regalaba a los asistentes unas chapas "Christian Lacroix Forever". Un mensaje desvelado sobre unas largas cortinas que cayeron sobre la pasarela. Por fin aparece Lacroix, acompañado de la mágica novia, retiene su emoción, aún mas elegante que sus modelos, recordando que podemos contar con el y que pronto volverá. Mañana, pasado quizás, pero volverá a sorprendernos, estoy seguro. LACROIX FOREVER.